martes, 13 de mayo de 2014

El poder de un buen nombre

Encontré este articulo relacionado con la importancia de los nombre para las marcas, y no simplemente de tener un nombre, si no de tener un buen nombre. Aunque la publicación ya es un poco vieja, me pareció interesante y quise compartirlo con ustedes....


Imaginemos esta escena: un hombre acaba de conocer a 2 mujeres por internet. A ninguna las conoce físicamente, salvo de algunos intercambios telefónicos con ellas. Hasta donde las conoce, sabe que ambas son muy inteligentes, ambles y con unas ¡voces increíblemente sensuales! Y también por supuesto sus nombres.

Ciertamente son sus nombre, que hacen una diferencia notoria: Jessica y Ramona. Nuestro personaje está entusiasmado enormemente por quedar su primera cita. No obstante debe decidir con quién de ellas salir primero: ¿Ramona o Jessica? ¿Se encuentre justo en medio de un dilema?

Bueno no tanto. Su elección “primera” es Jessica.

Este imaginario puede resultar para unos un tanto exagerado… pero las cosas se dan así. De hecho está comprobado científicamente que la cuestión verbal tiene más fuerza que lo visual. En realidad nuestros oídos operan más potentemente en nuestra mente que nuestros ojos. (Los niños aprenden primero a hablar, luego a leer)

Esta es la razón que en branding, el nombre es el bien intangible más valioso que posee una marca. Por lo mismo el momento de emprender un negocio o lanzar al mercado un nuevo producto o servicio, será determínate el nombre que se dé a la marca. Pero ¿por qué se ha convertido hoy en un aspecto crucial el nombre de la marca, cuando en el pasado era una cosa casi sin importancia? ¿Qué está sucediendo hoy en día?

La respuesta es sencilla: ¡estamos sobre-comunicados!

Cada día se crean más empresas, más productos, más servicios, más atención, más de todo. Esto es un verdadero lío para aquella empresa, servicio o producto que quiere abrirse paso en el océano de complejidad del mercado cambiante de hoy. Cuanta más competencia existe, más diferenciación se necesita, incluyendo desde el mismo nombre de la marca. Y un buen nombre de marca siempre es singular y simple.

Recuerdo que cuando era niño, existía prácticamente una sola marca de detergente en polvo: ACE, cuyo nombre después se convertiría en “sinónimo” de detergente. Incluso hoy el competitivo mercado de los detergentes (ARIEL, OMO, PATITO, LIMPOL, etc) muchas gente sigue utilizando el nombre “ACE” para referirse al detergente. Aun así, nuevas marcas siguen entrando en escena.

La competencia es tenaz allá afuera en el mercado. Lo que sin duda pone en aprietos a muchos. ¿Cómo diferenciarse del resto? ¿Cómo hacer que mi producto, servicio o empresa arranque con una ventaja competitiva? Primeramente con un “buen nombre”. Este será el comienzo de un buen posicionamiento en la mente de los potenciales consumidores. Por supuesto, del mismo modo se necesitará tener una estartegia de marca que guie la marca hacina la mente de los consumidores.

Si se tiene un nombre que no va a ningún lado, lo mejor será cambiarlo – o re-nombrarlo - lo más antes posible. Marcas famosas como NIKE o Exxon Corporation lo hicieron. (El nombre original de NIKE era Blue Ribbon Sports y el antiguo nombre de Exxon era Standard Oil of New Jersey). El nombre es el activo más valioso que tiene una marca. Aceptemos en hecho que la gente no solo compra productos, también compra marcas.

¿Marcas como Duracell, Kodak, Nescafé o Google, hubiesen llegado donde están, prescindiendo de sus nombres? No lo sabemos, pero está claro que, sus nombres de marca, ayudaron muchísimo en sus respectivos posicionamientos.

Tomado de: puromarketing.com

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